Me adentro hacia lo desconocido simplemente dejándome sorprender por los nuevos mundos que descubro detrás de cada giro. Sin pedir nada más que seguir caminando, seguir viviendo. Nada más! Aceptando que la vida es el mayor de los misterios. Incontrolable e indomable como lo es el torrente del agua del río. Y que a nosotros, confundidos seres egocéntricos, simplemente nos corresponde amarla y vivirla. Paso a paso. Recodo a recodo. (Foto: JGM Texto: David González)