¿Qué es el Focusing?

El Focusing, desarrollado por Eugene T. Gendlin en la década de 1960, es una técnica de psicoterapia experiencial que permite conectar profundamente con las sensaciones corporales y emocionales. Nacida de su trabajo junto a Carl Rogers, esta técnica se enfoca en cómo las personas procesan sus experiencias internas a través de un enfoque corporal. Gendlin descubrió que quienes tienen éxito en terapia suelen describir sus emociones y experiencias de una manera que les permite acceder a sensaciones más profundas y a un significado personal.

De esta manera el Focusing ayuda a explorar estas «sensaciones sentidas» o felt senses, que no son solo emociones, sino impresiones corporales específicas que reflejan la manera en que alguien experimenta una situación. A través de esta práctica, se accede a niveles más profundos de autocomprensión y se pueden resolver bloqueos emocionales o conflictos internos.

¿Cómo funciona?

El proceso del Focusing consta de varios pasos, como:

  1. Crear espacio interno: Identificar y apartar temporalmente los problemas inmediatos para enfocarse en una sensación específica.
  2. Encontrar la «sensación sentida»: Localizar en el cuerpo el lugar donde se percibe el malestar o conflicto.
  3. Describir la sensación: Poner palabras o imágenes que describan lo que se siente.
  4. Interactuar con la sensación: Dialogar internamente con esa sensación para comprender qué necesita o representa.
  5. Recibir el cambio: Experimentar una liberación o comprensión nueva, reflejada en un cambio en la sensación corporal.

Enfoques terapeuticos

Aplicaciones del focusing

El Focusing es ampliamente utilizado para manejar la ansiedad, el estrés y la depresión. También se emplea para promover el autoconocimiento y desarrollar una relación más compasiva con uno mismo. Además, permite resolver bloqueos creativos y conflictos interpersonales al profundizar en el significado interno de las experiencias.

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