Perls presenta una teoría de la estructura y desarrollo de la personalidad a partir de la cual puede derivarse el proceso terapéutico gestáltico, así como una serie de breves sesiones terapéuticas ejemplificadoras de cómo aplicar el modelo terapéutico que propone.

Perls define el libro como “una exploración de un enfoque un tanto nuevo en el tema total del comportamiento humano, tanto en su actualidad como en su potencialidad. Pero antes de esto realiza una afirmación que él califica de avasalladora: “El hombre vive en un estado de vitalidad mediocre… Pareciera que ha perdido toda espontaneidad, toda su capacidad de sentir y expresar en forma directa y creativa. Es muy hábil para hablar de sus males pero muy malo para encararlos. Ha reducido la vida a una serie de ejercicios verbales e intelectuales: se ahoga en un mar de palabras…”. Al mismo tiempo, el hombre moderno occidental está más inclinado y concentrado en el hacer, conseguir y tener que en el ser; “habeo” antes que “sum”, “tengo” antes que “soy”. “Soy reconocido por lo que tengo y soy capaz de conseguir, antes que por lo que soy por mi mismo”. Este es el mensaje subyacente que el niño va recibiendo del ambiente y que luego plasma en su vida de adulto. Y esta manera de percibir la existencia genera neurosis y un desánimo o angustia vital que como dice Perls hace que el joven, al llegar a la madurez, “abdique de la vida misma”…

El primer capítulo trata sobre los fundamentos sobre los que se asienta la filosofía subyacente a la Terapia Gestalt. Fritz Perls toma prestados conceptos y técnicas de diversa índole y con todo ello confecciona un enfoque novedoso en el tratamiento terapéutico de la época. Perls divide el capítulo en cuatro apartados que corresponden a cuatro premisas o fundamentos significativos. La primera premisa básica: “Es la organización de hechos, percepciones y fenómenos, y no los elementos individuales de los cuales se componen, lo que los define y les da un significado específico y particular”. Perls incorpora la teoría de la forma de la Psicología de la Gestalt, que se desarrolla a principios del siglo XX. La premisa básica de la Psicología de la Gestalt es que la naturaleza humana se organiza 3 formas o totalidades y es vivenciada por el individuo en estos términos, y puede ser comprendida únicamente en función de las formas o totalidades de las cuales se compone. La segunda premisa básica: “Toda la vida y todo el comportamiento son gobernados por el proceso homeostático, proceso mediante el cual el organismo mantiene su equilibrio y, por lo tanto, su salud en medio de condiciones que varían.” Y continua Perls diciendo que podemos llamar al proceso homeostático el proceso de la autorregulación mediante el cual el organismo interactúa con el ambiente. Y al igual que este proceso de autorregulación organísmica se lleva a cabo con las necesidades fisiológicas, también se realiza para cubrir necesidades de índole psicológica.

Al proceso de satisfacción de una necesidad se le llama en Terapia Gestalt, satisfacción de una gestalt o gestalten. Para la Terapia Gestalt, una neurosis se origina cuando una gestalten queda sin completar en el proceso de interacción organismo-ambiente; para pasar sanamente a otro asunto, el individuo debe satisfacer su necesidad plenamente, no puede dejar una gestalt inconclusa. La doctrina holística Tercera premisa básica: “El hombre es un organismo unificado.” La Terapia Gestalt considera el cuerpo-mente como un todo unificado. Para Perls, los pensamientos y las acciones están hechas del mismo material, la movilización energética, y lo que los diferencian es la intensidad o gasto energético necesarios para esta movilización. Esta concepción le permite introducir en la psicología el concepto de campo unificado (concepto holístico), que proporciona a la psicoterapia una herramienta valiosa para tratar con el ser humano en su totalidad (sin separar cuerpo y mente, soma y pneuma).

En la Cuarta premisa básica Perls manifiesta: “El individuo es, en todo momento, parte de algún campo ambiental. Su comportamiento es función del campo total que lo incluye tanto a él como a su ambiente.” Y organismo y ambiente están en una relación de reciprocidad, de opuestos dialécticos. El organismo debe encontrar todo aquello que requiere para satisfacer sus necesidades en el ambiente. Y para ello utiliza su sistema sensorial, con el que logra orientarse, y su sistema motor , con el que consigue acciones de manipulación.

Perls dice que una de las características del neurótico es que ni puede establecer un buen contacto ni puede organizar su retiro. Así pues, Perls concluye que este fluir dialéctico de “contactar con” y “retirarse del” ambiente son las funciones más importantes de la personalidad integral. El contactar el ambiente constituye la formación de una gestalt y el retirarse posibilita el cerrarla completamente. Para Perls: “…el ritmo de contacto-retiro del neurótico está descompuesto. No puede decidir cuando participar y cuando retirarse, porque todos los asuntos inconclusos de su vida, todas las interrupciones de los procesos en transcurso, han perturbado su sentido de la orientación, y ya no puede distinguir entre aquellos objetos o personas en el ambiente que tienen una catexis positiva de aquellos que tienen una catexis negativa.” Por tanto, el ser humano vive inmerso en un continuo ciclo de contacto-retirada para satisfacer la emergencia de sus necesidades. Y la Terapia Gestalt utiliza estas nociones a la hora de enfocar el tratamiento terapéutico.

En definitiva, todos estos fundamentos citados, junto con otras técnicas como el psicodrama (tomado de Leví Moreno), el análisis de los sueños (tomado de Otto Rank), la amplificación, las influencias de W. Reich, que habló de las armaduras corporales, etcétera, forman un corpus original que supuso un giro copernicano en el acercamiento a la evaluación y tratamiento de los pacientes con respecto al Psicoanálisis, imperante hasta entonces.

Fritz Perls describe cuatro mecanismos neuróticos básicos, reconocidos por la psicología en general, aunque algunos de sus seguidores ampliaron esta lista con otros mecanismos como la deflexión, la proflexión, el egotismo etc. El enfoque gestáltico considera al individuo como una función del campo organismoambiente. Y en este marco siempre cambiante de interacción entre la persona y el ambiente, define a una persona bien integrada como aquella que, a la hora de satisfacer sus necesidades, reconoce unos límites bien definidos entre ella y el ambiente social; de modo que no es absorbida por la sociedad cuando establece acciones de contacto y tampoco se retira completamente de ella cuando no tiene necesidades que cubrir.

Está claro, y expresado desde muy antiguo, que el ser humano es un ser social, y es en sociedad donde puede conseguir expresiones elevadas de su ser… Para Perls, la neurosis surge “cuando el individuo se hace incapaz de alterar sus técnicas de manipulación y de interacción. Cuando el individuo está congelado en su modo caduco de actuar…”

Introyección “Es el mecanismo neurótico mediante el cual incorporamos dentro de nosotros mismos patrones, actitudes, modos de actuar y pensar que no son verdaderamente nuestros.” Y “el peligro de la introyección es doble. En primer lugar, el hombre que introyecta nunca tiene la oportunidad de desarrollar su propia personalidad porque está tan ocupado asegurando los cuerpos extraños alojados dentro de su sistema… Y, en segundo lugar, la introyección contribuye a la desintegración de la personalidad. Si uno se traga entero dos conceptos incompatibles podrá encontrarse a si mismo hecho pedazos en el proceso de tratar de reconciliarlos.” Proyección “La proyección es la tendencia de hacer responsable al ambiente de lo que se origina en el si mismo (self)… La paranoia, caracterizada por el desarrollo de un sistema altamente organizado de ilusiones, es el caso extremo de la proyección.”

La Confluencia ocurre “cuando el individuo no siente límite alguno entre el mismo y el ambiente que le rodea, cuando siente que es uno con él… No se da cuenta del límite entre si mismo y los demás, no puede hacer un buen contacto con ellos. Tampoco puede retirarse de ellos. De verdad, ni siquiera puede contactarse consigo mismo.” Respecto a la Retroflexión dice Perls: “Literalmente significa volverse atrás intensamente en contra. El retroflector sabe como trazar una línea demarcatoria entre él y el ambiente y dibuja una línea clara y nítida por la mitad, pero la traza por el medio de si mismo”.

Perls infiere que todos estos mecanismos muestran confusión en la identificación y provocan desintegración en la personalidad. Por eso, para él, la terapia la centra en rectificar las falsas o confusas identificaciones que llevan al individuo a estados de frustración o a conductas destructivas y/o autodestructivas. Perls encuentra fundamental el conseguir en el neurótico, con la terapia, restablecer la capacidad de discriminar correctamente, para que llegue a encontrar un balance y unos límites adecuados entre él mismo y el ambiente.

Dice Perls que el neurótico, cuando acude al terapeuta, “trae consigo sus medios de manipulación, sus modos de movilizar y usar el ambiente para que haga el trabajo que le corresponde a él. El problema del neurótico no es que no pueda manipular, sino que sus manipulaciones generalmente las vivencia como asistencia”. El conocimiento de esta visión del neurótico le permite al terapeuta ubicarse en una posición inmejorable para poder realizar su trabajo. Le hace claramente consciente de las posibles técnicas manipulatorias del paciente y de su búsqueda de apoyo externo para alimentar y forjar su autoconcepto.

La terapia gestáltica se contrapone a la terapia tradicional psicoanalítica orientada al pasado. Mientras ésta busca en los eventos del pasado los por qué, las causas que provocaron las perturbaciones neuróticas, el enfoque gestáltico busca procesos de auto-interrupción en el presente, gestalts inconclusas subyacentes en las perturbaciones neuróticas. No se trataría, entonces, tanto de detectar y comprender los orígenes de las neurosis como de corregir en el presente los procesos auto-interrumpidos, para que el pacienta pueda completar sus ciclos de contacto para satisfacer sus necesidades emergentes.

Dice Perls: “La terapia gestáltica es una terapia del aquí y ahora, en la que le pedimos al paciente que dirija toda su atención de lo que está haciendo en el presente, durante el curso de la sesión, aquí y ahora. La terapia gestáltica antes que una terapia verbal o interpretativa es una terapia vivencial. Con el darse cuenta aquí y ahora, la Terapia Gestalt trata que los pacientes sean capaces de apercibirse de sus capacidades para obtener autoapoyo y, así, poder ir eliminando las interrupciones que le hacen mantener un sentido de la identidad inadecuado.
Para Perls, el neurótico “no carece de la capacidad para manipular su ambiente pero, definitivamente, carece de una orientación dentro de él. Está encajonado por su incapacidad de darse cuenta tanto de si mismo como de la situación externa y tiene muy poco espacio para maniobrar. Pero tan pronto como su capacidad de darse cuenta aumenta, su orientación y maniobrabilidad también aumentan. Para Perls, el neurótico, debido al poco sentido que tiene de si mismo, está autointerrumpiéndose, no permitiéndose el completar procesos de contacto-retirada plenos.

Perls nos habla de tres técnicas a tener presente en el arsenal de todo terapeuta gestáltico. 1. Ir y venir: Consiste en pedirle al paciente que vaya poniendo su foco de atención alternadamente en dos realidades distintas. Perls manifiesta que el uso de esta técnica ayuda a destruir configuraciones de confluencia; también permite recobrar abstracciones ausentes, llenar espacios en blanco que permitan completar asuntos inconclusos; asimismo, logra convertir áreas bloqueadas (represiones) en expresiones con las que obtener auto-apoyo.

En segundo lugar, el Psicodrama. Perls utiliza la fantasía actuada como medio de “descubrir el momento en que interrumpe su flujo de vivencias impidiéndose a si mismo de llevar una solución creativa a su problema” y como medio de lograr en el cliente mayor consciencia de sus necesidades insatisfechas. Utiliza también lo que él llama la “monoterapia” en la que el paciente crea su propio escenario y desempeña el rol de todos los actores que intervienen en la fantasía representada. Según Perls, esto permite al paciente poder ver los conflictos que se dan en él y, además, evita la “contaminación” que otras personas puedan aportar en su representación de roles. El psicodrama permite, entre otras cosas: – Darse cuenta de los propios pensamientos, sentimientos, motivaciones, conductas, etc. – Mejorar la comprensión de las situaciones y relaciones, de los puntos de vista de otras personas y de nuestras reacciones ante los demás. – Descubrir nuevas posibilidades conductuales ante situaciones experimentadas. – Ensayar, aprender, prepararse para actuar las conductas encontradas como más convenientes para situaciones análogas a las representadas.

En tercer lugar, la técnica de Confusió. “La confusión, por lo general, se asocia a una falta de comprensión acompañada por una necesidad de comprender. La única garantía verdadera para librarse de la confusión es la completa despreocupación por el comprender. La mayoría de las personas tratan sus confusiones, debido a lo desagradable que son, ya sea con especulaciones, con interpretaciones, explicaciones y racionalizaciones. Este es el esquema de muchos neuróticos y en especial los intelectuales” .Para Perls “una buena parte de la neurosis se gana con el solo hecho de ayudar al paciente a darse cuenta de su confusión, a tolerarla y a quedarse con ella y su correlativo, los momentos en blanco. A pesar de que la confusión es desagradable, su único peligro es interrumpirla y, por lo tanto, confundirse en la acción.

En la segunda parte, se recogen algunas muestras de sesiones ejemplificantes del uso de las técnicas de la Terapia Gestalt por parte de Fritz Perls. Suelen ser sesiones breves con explicaciones intercaladas del uso de técnicas y del fundamento conceptual de las mismas. En el primer testimonio, Perls utiliza la llamada silla caliente y la silla vacía. Fundamenta esta breve sesión en confrontar en el paciente a las dos partes que posee. Esta es una técnica de integración mediante la acentuación del conflicto de modo que se haga más patente el mismo. La breve sesión termina con un darse cuenta por parte del paciente de que es muy autonormativo (self righteous) y Perls le devuelve que “ser auto-normativo es parte de tu guión vital”.

En esta sesión, Perls nos brinda también una breve introducción pero densa en contenido. Inicia la sesión hablando del aprendizaje. Para él, “el aprender es descubrir que algo es posible’. Con el darse cuenta se pretende que el paciente aprenda a descubrir sus juegos autodestructivos, sus autoimpedimientos y sus procesos de autodecepción para, a partir de ahí, ser capaz de realizar integraciones que proporcionen crecimiento sano. Son las expectativas catastróficas, negativas, generan miedo y lleva a poner en marcha mecanismos de defensa que impiden la vivencia espontánea, fresca, en el aquí y ahora, y que conducen a la angustia por el devenir y a los procesos de autodecepción y autoimpedimento que menciona Perls.

En la sesión del matrimonio, Perls habla del matrimonio como parte del argumento vital de las personas. Y señala que, en este contexto, el problema en el matrimonio comie ando uno de los cónyuges (o los dos) no encaja en el guión vital del otro, cuando se atiende más a la imagen ideal de lo que debiera ser el otro que al hecho de lo que realmente es. En la sesión intervienen brevemente tres parejas diferentes a las que Perls indica que realicen un ir y venir entre su mundo interior y el exterior, con la intención de comprobar que grado de comunicación simple pueden llegar a establecer.

En las sesiones, Perls aborda el asunto de la proyección. Dice: “Gran parte de lo que hay alienado en nosotros está proyectado, ya sea en los sueños o en el mundo”. En esta sesión trabaja brevemente con dos personas. Con la primera, Dawn, trabaja su timidez y su complejo de mujer alta de estatura. Con el segundo, Marek, le lleva a enfrentarse a recuerdos dolorosos, de modo que llegue a poder desprenderse de su apego a ellos.

En otra sesión Perls introduce el trabajo con los sueños. Para Perls, los sueños son mensajes existenciales que forman parte de nuestro guión vital y encierran una verdadera vida privada de alienación, y propone trabajarlos de modo que se logren reposeer e integrar esas partes alienadas de sí mismo, que en el sueño aparecen como partes proyectadas. Perls explica como enfrentar este trabajo en cuatro pasos: 1. Relatar el sueño como una historia. 2. Revivir el sueño en tiempo presente. 3. Hacer de director de escena, armar el escenario del sueño. 4. Actuar el sueño interpretando a los diferentes actores que aparezcan en el sueño. Así pues, se trata de vivenciar el sueño sin hacer interpretaciones.

El centro del enfoque de la Terapia Gestalt es el darse cuenta. “Todo es un proceso de darse cuenta… Sin darse cuenta no hay nada. El darse cuenta siempre está concatenado con la experiencia del presente. No es posible estar dándonos cuenta del pasado y no podemos darnos cuenta del futuro… El darse cuenta decisivo es darse cuenta de la peculiaridad de cada uno de nosotros. Nos vivenciamos a nosotros mismos como algo único”.

Toda personalidad se forma como un paradigma, un esquema formal que nos da una visión concreta del mundo. Estos paradigmas llegan a ser las suposiciones organizadoras y las creencias centrales que influencian y determinan nuestras percepciones, pensamientos, sentimientos y comportamientos. Son el núcleo de la forma en que pensamos y sentimos acerca de nosotros mismos, de los demás, y de la clase de interacciones que podemos imaginar y permitirnos tener con otros. Es decir, son el corazón de nuestro estilo de relacionarnos. A nuestra mente le gusta y busca lo reconocible. Los paradigmas o esquemas están basados y constituidos en torno a los patrones recurrentes que percibimos, nos ayudan a que nuestras experiencias tengan sentido y nos brindan una capacidad de predicción para anticipar qué va a suceder y qué efecto tendrá nuestro comportamiento en nuestro entorno.

Nuestros paradigmas o esquemas se pueden basar en una apreciación objetiva de los eventos que ocurren de manera natural en el mundo (esquemas adaptativos) o pueden estar basados en una construcción defectuosa de tales eventos (esquemas mal-adaptativos), que provocan la neurosis. Detectar estos últimos es tarea que el terapeuta puede aprender a realizar con cierta precisión si presta atención al estilo de personalidad del paciente.