Fíjate en las flores! Son bonitas tal y como son y no se protegen ante las inclemencias metereológicas ni hacen nada por vivir. Simplemente existen y llega un día que mueren. Su belleza tiene que ver con ese estar en el mundo, en la tierra sin protección. Son bellas por ser. Nosotros, nosotros somos igualmente bellos, pero nos marchitamos cuando nos protegemos por nuestros miedos. Simplemente cuando vivimos la vida de cara y sin miedo es cuando nos sentimos bellos y podemos apreciar belleza y perfección de todos los seres y de la naturaleza. (Texto y foto David González)